Cada vez que veo el slogan de “paz y amor” en los stickers de los carros o al final de comerciales, vacíos y sin sentido, no puedo evitar preguntarme si realmente el hombre conoce en su totalidad el concepto de paz y amor para el cual fuimos creados. En la sociedad actual, donde el hombre es el centro de todo, el significado de paz y amor están ligados a la permisión de todo tipo de pensamiento y actitud para no crear conflictos ni desacuerdos, todo debe de ser respetado y admitido por amor y paz.
Hemos perdido la objetividad completamente y hasta la verdad es relativa.
Afortunadamente y por la misericordia y la gracia de Dios, para las creyentes esto es muy diferente. Sabemos que los conceptos de paz y amor tienen un carácter sobrenatural y que solo vienen de Dios.
Juan 14:27 dice: La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Con esta extraordinaria afirmación Jesús nos dice que él nos deja su paz que además no es como la del mundo por lo que no debemos estar turbados o preocupados. La paz del mundo es la ausencia de conflicto, manchada además por el pecado.
La paz que nos brinda Dios es la seguridad de que El está en control de todas las cosas que suceden, que debemos de tener paz porque El ya ha determinado el fin de los tiempos, una paz profunda y verdadera, una paz de confianza y seguridad a pesar de las circunstancias que nos rodean. Una paz que supera cualquier situación que estemos atravesando.
6por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. – Filipenses 4:6-7
Y así anda el mundo de hoy, afanado, lleno de problemas y perturbación, buscando una paz que no existe sin Dios. Pero los que creemos en Cristo debemos venir delante de Dios y presentar nuestras preocupaciones, dando gracias porque aun cuando nos encontramos en valles de sombra nuestro Dios nos concede seguridad y confianza, como dice el salmista ¿De dónde viene mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. – Salmos 121: 1-2
El salmista sabía de dónde venía su ayuda, así como sabemos nosotras que Dios está en control y podemos sentir una paz que el mundo no entiende porque no le conoce.
Y este debe de ser el slogan de nosotros los cristianos, algo que debemos de pegar en cada comercial de nuestra mente y de nuestros corazones, que creemos en un Dios de paz y amor sobre natural, que el mundo no sabe del amor que tiene por sus hijos, al punto de entregar a su unigénito para que todo aquel que en el crea no se pierda más tenga vida eterna. – Juan 3:16
Ahora cada vez que veas ese slogan de la paz y el amor, sin Cristo, sin esperanza, sin gozo, sin eternidad y gloria, sabes que no tiene nada que ver con lo que Jesucristo hizo en la cruz y por lo que muchos han muerto y estamos dispuestos morir.
Seamos diligentes he intencionales cuando hablemos de la paz y del amor de Dios. Y rechacemos todo lo que no viene de nuestro Padre celestial.